La tuberculosis una enfermedad mortal

 

 

La tuberculosis (TB) es una infección bacteriana causada por un gérmen llamado Mycobacterium tuberculosis. La bacteria suele atacar los pulmones, pero puede también dañar otras partes del cuerpo. La TB se disemina a través del aire, cuando una persona con TB pulmonar tose, estornuda o habla. Si ha estado expuesto debería consultar a un médico para someterse a los exámenes. Hay más probabilidades de que usted se contagie con TB si tiene un sistema inmunitario debilitado.

Los síntomas de la TB pulmonar pueden incluir:
La tuberculosis (TB) es una de las enfermedades que causa más muertes en el mundo:

 

• Un tercio de la población mundial está infectada de tuberculosis.

• En el 2015, cerca de 10.4 millones de personas en el mundo se enfermaron de tuberculosis. Se registraron 1.8 millones de muertes relacionadas con la tuberculosis en todo el mundo.

• La tuberculosis es la causa principal de mortalidad en las personas infectadas por el VIH.

 

En el 2015, se notificaron un total de 9557 casos de tuberculosis (una tasa de 3.0 casos por cada 100 000 personas) en los Estados Unidos.

La cifra total de casos de tuberculosis en los Estados Unidos aumentó en el 2015 con respecto al año anterior, después de haber disminuido anualmente entre 1993 y 2014. A pesar de un aumento leve en la cifra de casos, la tasa de incidencia de la tuberculosis por cada 100 000 personas ha permanecido relativamente estable, en aproximadamente 3.0 desde el 2013.

• La tuberculosis es una de las 10 principales causas de mortalidad en el mundo.

• En 2015, 10,4 millones de personas enfermaron de tuberculosis y 1,8 millones murieron por esta enfermedad (entre ellos, 0,4 millones de personas con VIH). Más del 95% de las muertes por tuberculosis se producen en países de ingresos bajos y medianos.

• Seis países acaparan el 60% de la mortalidad total; encabeza esta triste lista la India, seguida de Indonesia, China, Nigeria, el Pakistán y Sudáfrica.

• Se estima que en 2015 enfermaron de tuberculosis un millón de niños y que 170 000 niños murieron debido a esta causa (sin incluir los niños con VIH).

• La tuberculosis es una de las causas principales de defunción en las personas VIH-positivas: en 2015, el 35% de las muertes asociadas al VIH se debieron a la tuberculosis.

• Se estima que en 2015 desarrollaron tuberculosis multirresistente (TB-MDR) unas 480 000 personas a nivel mundial.

• La incidencia de la tuberculosis ha disminuido por término medio un 1,5% anual desde 2000. Para alcanzar los objetivos establecidos en la estrategia Alto a la Tuberculosis para 2020, es preciso incrementar ese porcentaje a un 4%-5% anual.

• Se estima que entre 2000 y 2015 se salvaron 49 millones de vidas gracias a la dispensación de servicios de diagnóstico y tratamiento contra la tuberculosis.

• Acabar para 2030 con la epidemia de tuberculosis es una de las metas relacionadas con la salud incluidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados en fecha reciente.

La tuberculosis es causada por Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que casi siempre afecta a los pulmones. Se trata de una afección curable y que se puede prevenir.

La infección se transmite de persona a persona a través del aire. Cuando un enfermo de tuberculosis pulmonar tose, estornuda o escupe, expulsa bacilos tuberculosos al aire. Basta con que una persona inhale unos pocos bacilos para quedar infectada.

Las personas infectadas con el bacilo tuberculoso tienen un riesgo a lo largo de la vida de enfermar de tuberculosis de un 10%. En cambio, las personas inmunodeprimidas, por ejemplo las que padecen VIH, desnutrición o diabetes, y los consumidores de tabaco corren un riesgo mucho mayor de enfermar.

Cuando alguien desarrolla tuberculosis activa, los síntomas (tos, fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso, etc.) pueden ser leves durante muchos meses.

Esto puede hacer que la persona afectada tarde en buscar atención médica, con en consiguiente riesgo de que la bacteria se transmita a otros sujetos. Una persona con tuberculosis activa puede infectar a lo largo de un año a entre 10 y 15 personas por contacto directo. Sin no se proporciona un tratamiento adecuado, morirán sobre el 45% de las personas VIH-negativas con tuberculosis y la práctica totalidad de las personas con coinfección tuberculosis/VIH.

 

Síntomas

Los síntomas más frecuentes son:

• Cansancio intenso.

 • Malestar general. 

• Sudoración abundante, especialmente al caer el día. 

• Pérdida de peso. 

• Sangre en los esputos. 

• Tos seca, persistente. 

• Temperatura corporal que oscila entre los 37 y 37,5 grados.

No obstante, en ocasiones no aparece ningún síntoma.
La enfermedad de tuberculosis se puede tratar tomando varios medicamentos durante un periodo de 6 a 9 meses.

 

En la actualidad hay 10 medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) para el tratamiento de la tuberculosis. Entre los medicamentos aprobados, los fármacos de primera línea contra la tuberculosis, que componen los principales esquemas posológicos de tratamiento, incluyen los siguientes:

• Isoniazida (INH)

• Rifampina (RIF)

• Etambutol (EMB)

• Pirazinamida (PZA)

Jugo de naranja:

Las naranjas están llenas de vitamina C y los precursores de la vitamina A. El potencial antioxidante del zumo de naranja mejora la potencia de la inmunidad y mejora tu cuerpo para dar una batalla más fuerte contra la tuberculosis.

Nueces:
Las nueces son potenciadores de energía. Estos frutos secos son maravillosas fuentes de varias vitaminas y minerales, incluyendo la vitamina B6, la vitamina E, hierro, fósforo y magnesio. Todos estos elementos pueden mejorar el sistema inmunológico del cuerpo humano, aumentando el potencial para luchar contra la tuberculosis

 

 

Plátano:
Los plátanos son depósitos de nutrientes, especialmente de calcio. Estas frutas poseen el potencial para aliviar la fiebre y la tos experimentada debido a la tuberculosis. Los plátanos trabajan contra la tuberculosis mediante la mejora del potencial de la inmunidad.

Recordemos también que existen suplementos alimenticios los cuales nos ayudan a elevar nuestros niveles de glutatión y cisteína en el cuerpo, aminoácidos que necesitamos para fortalecer nuestro sistema inmunológico y regenerar las células, de esta manera podemos combatir  los efectos de la tuberculosis.